RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
La residencia de estudiantes fue creada en 1910, bajo el influjo de las ideas pedagógicas de Giner de los Rios y por lo tanto del Krausismo. Su primer director fue Alberto Jimenez Fraud.
La Residencia se propuso fomentar una formación verdaderamente humanista luchando siempre contra la excesiva especialización, y sobre todo contra la separación entre las disciplinas científicas y las artístico-liberales.
Así, uno de los objetivos de la Residencia fue la formación de técnicos en toda clase de disciplinas. Se pretendía una unificación, una "nueva síntesis" entre los todos campos del saber, siguiendo un horizonte multidisciplinar y expresar en palabras la conciencia del mundo.
La Residencia se proponía complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes.
En el campo económico, la Residencia gozó de autonomía administrativa y capacidad decisoria, ya que la Junta proyectó que ésta se mantuviese económicamente por sí sola, contando sólo con las pensiones de los residentes. Se admiteron estudiantes a partir de los quinces años y se acogieron a profesores graduados que venian a Madrid a hacer el doctorado opositores e investigadores y también algunos profesores y estudiantes extranjeros. Los honorarios que se establecieron en 1910, oscilaron entre 105 y 180 pesetas al mes, según las habitaciones, incluidas cuatro comidas sin el lavado de ropa.
Haciendo honor a su objetivo de unificación de saberes se pueden distinguir entre las actividades alli realizadas tanto las culturales como las científicas. Centrémonos en un primer momento en las actividades culturales como son la música, la poesía, el teatro, las proyecciones cinematográficas, las tertulias, cursos y conferencias, excursiones y visitas, hasta actividades deportivas y que se desarrollaron entre los propios residentes, o bien se celebraron en sus locales, pero promovidos y realizadas no por ellos mismos, aunque estuviesen ligados a la obra cultural y educativa de la Residencia.
El ideal pedagógico de la institución se vió reflejada en los puntos predominantes de todas y cada una de las actividades desarrolladas, desde el trato y contacto directo de profesores y alumnos, con sistema de tutorías (sobre todo a través de laboratorios), hasta tertulias donde se discutía con libertad las ideas más diversas, para acabar con los deportes.
Destacaron especialmente las reuniones musicales que se celebraban como aliciente al descanso nada más acabar la cena. Se daban recitales y "revistas" para cuya organización se creó una sección de música dentro de la sociedad de deportes.
En 1919, entre los propios residentes se creó una SOCIEDAD DE BECAS destinada a estudiantes que por necesidad o mérito quisieran continuar o ampliar sus estudios. Se nombró un comité encargado de recaudar el dinero y designar a los becarios. Se organizó por 3 grupos: Medicina y Farmacia, Derecho y Letras, Ingeniería y Ciencias.
Fernando Valls Taberner, Pere Bosch Gimpera y Galo Sánchez.
Con el estallido de la guerra civil y el establecimiento de la dictadura del general Franco, la experiencia representada por la Residencia de Estudiantes quedó dramáticamente interrumpida. Muchos de los residentes tuvieron que partir hacia el exilio o se vieron condenados al silencio del exilio interior, Federico García Lorca tuvo peor suerte, fue asesinado por los franquistas. Con ello una etapa dorada de la cultura española, conocida como la Edad de Plata, terminó abruptamente.
Quizá la actividad mas importante desarrollada entre los insignes residentes fue la poesía, aquí surgieron los autores, de la Generación del 27, siendo Juan Ramón Jiménez quien representó el tránsito entre la del 98 y ésta.
Además de poesía, otro campo literario cultivado por los residentes fue el teatroOtro campo dentro de las representaciones lo componían, las proyecciones cinematográficas, de las que se ocupaba Luis Buñuel.
Comenzaron con el Ping-pong. Despues el tenis hacía furor y se celebraron incluso campeonatos oficiales. El atletismo fue también practicado, siendo asiduas las carreras y concursos. Ante tal éxito deportivo , se formó la sociedad de deportes. El único juego de mesa que era permitido fue el ajedrez, pero aún así, sólo contaban con un tablero, lo que generaba largas esperas para su uso.
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